Se está estudiando aplicar distintas técnicas de castración no físicas, para comprobar si se relaciona con mejoras en ciertos índices productivos, nutricionales o calidad de la canal. La posible influencia de estas técnicas en la infiltración y perfil de ácidos grasos en el porcino aportará grandes beneficios a nivel productivo y sanitario de la canal, además de un mayor ahorro en el procesado y menor contaminación ambiental. Por otro lado, como no será necesario interaccionar con el animal, el estrés será menor, lo que repercutirá en un mayor bienestar.